Pirene 2020, el nuevo vino ancestral de Familia Torres

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Es el cuarto exponente del proyecto de recuperación de variedades prefiloxéricas enfocado hoy a adaptarse al cambio climático

Familia Torres presenta Pirene 2020, el nuevo exponente del proyecto de recuperación de variedades ancestrales, que inició la bodega familiar hace cerca de cuarenta años para preservar el patrimonio vitícola de Cataluña y con el que hoy puede adaptarse al cambio climático. Es un vino experimental de producción muy limitada, elaborado íntegramente con la variedad tinta del mismo nombre procedente de la finca de San Miguel de Tremp, en el Prepirineo, y destinado a la alta restauración.

Pirene es una de las muchas variedades de uva desconocidas que existían en Cataluña antes de la llegada de la filoxera, la plaga que causó estragos en los viñedos europeos y provocó la desaparición de muchas de estas variedades, aunque algunas consiguieron sobrevivir. Familia Torres ha localizado, desde los años ochenta, más de 50 variedades perdidas y dedicado ingentes recursos para recuperarlas, centrando la atención en aquellas que muestran mayor potencial enológico y capacidad para adaptarse a las altas temperaturas y la sequía a consecuencia del calentamiento global.

Han sido necesarios muchos años de investigación, ensayos de campo y microvinificaciones para determinar que el lugar donde mejor se expresa la pirene es en los viñedos de montaña. Y de ahí precisamente le viene el nombre. Familia Torres la plantó en su finca más alta, la situada en Tremp, en la comarca del Pallars Jussà (Lleida), a una altitud media de 950 metros sobre el nivel del mar. La pirene aquí madura lentamente, sin prisas, hasta llegar a su punto óptimo de maduración a mediados de octubre, y es la variedad que suele cerrar la campaña de vendimia de las fincas de Família Torres en Catalunya.

Pirene 2020 es el primer vino que procede íntegramente del viñedo de Sant Miquel de Tremp, propiedad de la Familia Torres desde finales de los años noventa. El vino se vinifica en la bodega Purgatori, en Costers del Segre, gestionada por el enólogo David Barriche, en un proceso delicado para preservar la esencia de la variedad y enaltecer su elegancia e intensidad aromática. 2020 fue un año lluvioso durante el primer semestre pero con temperaturas calurosas a finales de verano que permitieron llegar a una excelente maduración.

Ésta es la primera añada comercial de este vino en el Estado español y se han elaborado únicamente 1.241 botellas. Se destinará principalmente a cuatro países -España, Bélgica, Estados Unidos y Canadá-, con el aval de la crítica internacional. Eric Asimov, crítico de vinos del New York Times, le consideró uno de los doce mejores vinos que había probado en el 2019 y alabó el potencial enológico de la variedad.

@FamiliaTorres

Para Miquel Torres Maczassek, quinta generación de Familia Torres, éste es un vino que sorprende por su elegancia, intensidad aromática y frescura. “La pirene es una variedad resistente y adaptada al cambio climático y además reúne todos los aspectos para convertirse en un gran vino a nivel organoléptico. Sin duda será una de las variedades que vamos a potenciar a partir de ahora”.

El proyecto de recuperación de variedades ancestrales lo puso en marcha Miguel A. Torres a mediados de los ochenta con la voluntad de contribuir a recuperar el patrimonio vitícola de Cataluña. Ante el reto que planteaba el cambio climático, sus hijos Miquel y Mireia torres, al frente del área de Innovación y conocimiento de Familia Torres, decidieron dar un nuevo impulso al proyecto y focalizarse sobre todo en aquellas variedades que, además de un gran potencial enológico, fueran más resistentes a las altas temperaturas y la sequía, con la intención de crear nuevos vinos de marcada acidez.

Pirene es el cuarto vino de Família Torres elaborado con variedades ancestrales recuperadas y el segundo monovarietal. Sus predecesores son Grandes Murallas (DO Conca de Barberà), que integra en el coupage de variedades autóctonas la algarroba y la querol, las dos primeras variedades recuperadas por la bodega; Clos Ancestral (DO Penedès), elaborado con el ancestral moneu procedente del Castillo de la Bleda, junto con tempranillo y garnacha, y Forcada (DO Penedès), elaborado al 100% con la variedad blanca ancestral que da nombre al vino.

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