L’ull de llebre Gaudium de Marqués de Cáceres destaca pero es un vino al que se le dedica el tiempo necesario para disfrutarlo sin prisa. En su añada 2021, año especialmente lluvioso, pero con un final de campaña seco y de temperaturas moderadas que favoreció la maduración, reafirma la estructura y expresión de un vino hedonista para saborearlo trago a trago. Esta añada es la primera que sale del espacio de vinificación premium Atelier Gaudium.
De color burdeos con reflejos de color marrón y púrpura, a la vista se nos presenta como un vino hecho y al mismo tiempo vivo. Con larga crianza pero haciendo promesa de fruta. Una vez lo dejamos reposar en la copa, vienen las notas roble, balsámicos y una alta intensidad de notas de fruta negra. Un registro que con las notas lácticas nos recuerda al yogur con frutas. En el rato, vendrán más terciarias de la larga guarda y el tostado de la madera. Se da paso por la boca de manera sedosa y llena. Llenando toda la cavidad con un tanino amable y un final largo y persistente.

El trabajo artesanal en bodega se inicia con un encubado por gravedad que favorece una lenta fermentación con el grano entero en pequeños depósitos de acero inoxidable y tinas de madera con levadura indígena. Sin mucha extracción, sólo la que se obtiene de su propio peso y la fermentación, la fermentación maloláctica se realiza en barrica de roble francés. Por la crianza del Gaudium 2020 durante dieciocho meses se han destinado 127 barricas nuevas de roble francés.
Para la elaboración del Gaudium, los enólogos Fernando Costa, Emilio González y Manuel Iribarnegaray disponen de “pequeños viñedos viejos de más de setenta años, alguna prefiloxérica de edad centenaria”. Parcelas de distintas altitudes y con cepas que compensan su bajo rendimiento con una gran concentración.



